jueves, enero 22, 2009

Cierre de Guantánamo

Puede que no sirva de nada y lo único que ocurra sea que unos pocos, privados de los derechos de los que hacemos gala en el primer mundo, acaben pudriéndose en otras cárceles menos emblemáticas. Precisamente eso es lo más imprtante, la destrucción de un emblema, de un simbolo. Porque vivimos de símbolos, nos alimentamos de símbolo. Es lo que nos permite seguir día a día. La existencia de emblemas o símbolos a los que mostrar simpatía o antipatía es lo que nos diferencia de lo que llamamos inhumano.
Aunque sigan vulnerándose los derechos de muchos, el cierre de Guantánamo es un hecho que da un paso más en una dirección hacia la que quiero ir.
Tal vez algún día no haya que defender los derechos de nadie, tal vez algún día no se vulneres derechos. Tal vez algún día seamos iguales y nos consideremos iguales. Lo uno sin lo otro es tontería.
Me alegré el día que tiraron el muro de Berlín. y me alegro hoy que ordenan el cierre de Guantánamo. La catedral de la megalomania y el desprecio.

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