martes, junio 01, 2010

“la Vida te da Sorpresas, Sorpresas te da la vida, ¡Ay Dios!”

Por la esquina del viejo barrio lo ví pasar,
con el tumbao que tienen los guapos al caminar,
las manos siempre dentro ´el bolsillo de su gabán
pa´ que no sepan en cuál de ellas lleva el puñal.
Usa un sombrero de ala ancha de medio la´o
y zapatillas por si hay problema salir vola´o,
lentes oscuros pa´ que no sepan qué está mirando
y un diente de oro que cuando ríe se ve brillando.
Como a tres cuadras de aquella esquina una mujer
va recorriendo la acera entera por quinta vez
y en un zaguán entra y se da un trago para olvidar
que el día está flojo y que no hay clientes pa´ trabajar.
Un carro pasa muy despacito por la avenida,
no tiene marcas, pero to´ saben que es policía.
Pedro Navaja, las manos siempre dentro ´el gabán,
mira y sonríe y el diente de oro vuelve a brillar.
Mira pa´ un la´o, mira pal´ otro y no ve a nadie,
y a la carrera, pero sin ruido, cruza la calle.
Y, mientras tanto, en la otra acera va esa mujer
refunfuñando pues no hizo pesos con qué comer.
Mientras camina del viejo abrigo saca un revólver
y va a guardarlo en su cartera pa´ que no estorbe.
Un treinta y ocho “Smith & Wesson” del especial
que carga encima pa´ que la libre de todo mal.
Y Pedro Navaja, puñal en mano, le fue pa´ encima,
el diente de oro iba alumbrando to´ la avenida,
mientras reía el puñal le hundía sin compasión,
cuando de pronto sonó un disparo como un cañón…
…cayó en la acera mientras veía a esa mujer que,
revólver en mano y de muerte herida, a él le decía:
“Yo que pensaba: hoy no es mi día, estoy salá,
pero, Pedro Navaja, tú estás peor: no estás en na´”.
Y créanme gente que aunque hubo ruido nadie salió.
No hubo curiosos, no hubo preguntas, nadie lloró.
Sólo un borracho con los dos cuerpos se tropezó,
cogió el revolver, el puñal, los pesos y se marchó.
Y tropezando se fue cantando desafina´o,
el coro que aquí les traje y del mensaje de mi canción:
“La vida te da sorpresas, sorpresas te da la vida” ¡ay, Dios!…
…matón de esquina, el que a hierro mata a hierro termina…
…Maleante pescador, mal anzuelo que tiraste,
en vez de una sardina un tiburón enganchaste…
…Cinco millones de historias tiene la ciudad de Nueva York…
Como decía mi abuelita:”El que ríe último, ríe mejor”…
…Cuando lo manda el destino, no lo cambia ni el más bravo,
si naciste pa´ martillo, del cielo te caen los clavos….
…Barrio de guapos cuida´o en la acera, cuida´o camarada
que el que no corre vuela…
Como en una novela de Kafka el borracho dobló por el callejón…