sábado, julio 24, 2010

La tragedia de Sherrod vs. El Teléfono Escacharrado


La persecución de una modesta funcionaria del Departamento de Agricultura de EEUU deja en mal lugar a la prensa, la clase política y al propio Obama



Ya pasó el tiempo de "es verdad, lo vi en la TV". Ahora sabemos que a veces también mienten o le dan su visión sesgada de la realidad. Imagino que nuestro abuelos decían "es verdad lo oí en la radió o lo leí en el periódico".

Ahora nadie duda que los medios tradicionales aparte de tener a excelentes y objetivos profesionales al frente, también están condicionados por su propia realidad, que va de la presión de sus anunciantes o la intención de su grupo editorial, a la opinión de su público que quiere escuchar sólo lo que quiere escuchar.

Ahora, inexplicablemente le damos crédito a cualquier cosa que se publica en internet: "es verdad lo vi en internet y le dí bola en facebook o en mi blog".
Youtube, facebook o este blog que estás leyendo, nos da a todos la creencia de que marcamos tendencia, creamos opinión, que cuando nos expresamos, nos escuchan, y el problema viene cuando realmente es así y alguien escucha las sandeces que decimos sin control. Y como lo que nos gusta es la carnaza y el folletín y el chismorreo no verificado, simplemente le damos difusión a esa nota sin credibilidad o malintencionada, sin reparar en más. Y "vamos a otra cosa que he aumentado el número de amigos en FB; busquemos más carnaza"

En estos tiempos los rumores sin confirmar, las habladurías o el "Chisme Casposo" toma dimensiones de Aldea Global, y tiene repercusión inmediata y sin freno.

Frente a esto lo único que podemos hacer es lo que se ha hecho toda la vida, usar el Sentido Común. Es muy facil decir "no me lo creo", aunque lo diga el Papa, si es que se nos sale de madre. La ventaja es que antes sólo eras escéptico y ahora puedes por tus medios investigar sobre la certeza del rumor y usar la misma herramienta de propagación del rumor para en pocos minutos comprobar su veracidad.

Cualquiera en este país frente a un titular de cualquier noticia sabe si lo publica el ABC o el Público, la Razón o El País, o almenos de qué pie cojea el que lo escribió. Sin dudar del mensaje, sabemos la intención de éste.
Y usando el Sentido Común sabemos que de cualquier noticia se nos muestra lo más significativo para el mensaje que quiero transmitir. Si una web de ultraderecha pone un vídeo de un discurso en el que una funcionaria negra reconoce haber discriminado a un granjero blanco, se nos levantan la orejas, sí, pero es evidente que algo se "sale de madre", algo falta, porque la intención es clara.

A partir de ahí si se le dá cobertura, si le damos bola sin más, abreviando el mensaje en cada paso sin reflexionar lo leído, oído o visto, como hacíamos en el juego de El Teléfono Escacharrado, si no usamos el sentido común seguiremos llegando a las aberraciones que siempre se llega cuando le hacemos caso a un rumor o a una noticia malintencionada.

Ojalá algún día fuera una estupidez eso de "el menos común de los Sentidos"